El pasado sábado 16 de mayo, el Papa Francisco tuvo un encuentro con los religiosos, religiosas y consagrados que viven en la Ciudad Eterna. Un grupo de legionarios y consagrados del Regnum Christi, junto a miembros de otras congregaciones, participaron en el coro que animó el evento, y que fue dirigido por Cecilia Bayón. El lugar escogido fue el Aula Pablo VI, el cual se llenó de representantes de los 25.000 hombres y mujeres consagrados, entre religiosos, religiosas, miembros de institutos seculares y de movimientos, que viven en Roma. Hubo testimonios, momentos de oración y, finalmente, el Santo Padre dialogó con ellos durante más de una hora, respondiendo a las preguntas que le plantearon sobre la vida consagrada, sus dificultades y alegrías.
Hablando de su misión, el Santo Padre les explicó que ''vuestra vocación no es un refugio, es salir al campo de batalla, es lucha, es llamar al corazón del Señor para rezar por la ciudad... Como Moisés que tenía las manos levantadas, rezando, mientras el pueblo combatía''.
En otro momento del diálogo, y respondiendo a una pregunta sobre la colaboración entre las diócesis y las congregaciones, el Papa aclaró que “el obispo no debe usar a los religiosos como sustitutos, pero tampoco los religiosos tienen que usar al obispo como si fuera el patrono de una empresa que da trabajo''.
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