4 de mayo de 2015

Monseñor Brian Farrell, L.C., ordena 20 diáconos legionarios de Cristo en Roma

“La misión de los diáconos es mostrar el amor misericordioso de Dios”, explicó el monseñor Brian Farrell, L.C., en la homilía de las ordenaciones diaconales que tuvieron lugar el pasado sábado 2 de mayo en Roma. Un grupo de 20 nuevos diáconos a los que se sumarán otros tantos y que serán ordenados en próximas fechas en México, Polonia, Francia y Brasil, además del español Julio Muñoz, LC, el próximo mes de junio en Córdoba. Sus ordenaciones presbiterales tendrán lugar el próximo diciembre en el marco del 75 aniversario de la fundación de la Legión de Cristo y el Regnum Christi.


Mons. Brian Farrell, L.C., secretario del Pontificio Consejo para la promoción de la unidad de los cristianos, ha ordenado diáconos a 20 legionarios de Cristo en la capilla del Centro de Estudios Superiores de la Legión de Cristo en Roma. Concelebraron con él el P. Eduardo Robles-Gil, L.C., director general de los Legionarios de Cristo, el P. Hernán Jiménez, L.C., rector del teologado de los Legionarios de Cristo en Roma.


La mayoría de ellos saldrá de Roma al terminar el curso escolar para dedicarse al trabajo pastoral. Algunos continuarán estudios de especialización en Roma. En las próximas semanas se celebrarán también ordenaciones de otros diáconos legionarios en México, Polonia, Francia, España y Brasil. El 12 de diciembre, unos 40 legionarios recibirán la ordenación sacerdotal en Roma, en el contexto del 75º aniversario de la fundación de la Legión de Cristo y en el Año santo de la misericordia convocado por el Papa Francisco.

“Sin Eucaristía no podemos vivir”

Durante la homilía, Mons. Farrell ha recordado que en la Iglesia primitiva ya estaban presentes los diáconos como una respuesta a un problema concreto: cómo hacer presente el amor misericordioso de Dios entre los hermanos.

Invitó a los nuevos diáconos a renovar su opción por el Señor y a confiar plenamente en la acción del Espíritu Santo. “Yo soy obispo titular de Abilene, una comunidad cristiana floreciente en el norte de África que fue destruida durante las persecuciones romanas. Había cuatro diáconos. […] Fueron arrestados por reunirse en domingo y llevados a Cartago. Cuando les ofrecieron la libertad respondieron: “Sin el domingo no podemos vivir”. Es decir, sin la Eucaristía no podemos vivir”, recordó Mons. Farrell. Y añadió: “La decisión de entrar en las órdenes implica reforzar todas las decisiones que hemos tomado hasta este momento de darnos totalmente a Cristo, cualesquiera que sean las consecuencias”, aseveró.

Necesidad del apoyo familiar
“Hoy también los diáconos y la Iglesia entera agradecemos a sus familias. Sin el apoyo durante los largos años de preparación, hubiera sido imposible seguir la llamada de Cristo. La familia juega un papel fundamental en la vida de todo sacerdote”, afirma el P. Benjamín Clariond, L.C., portavoz de la congregación en Roma.

Además de los legionarios que viven en Roma, acompañaron a los nuevos diáconos algunos familiares de diversas partes del mundo y amigos, especialmente de las parroquias donde han ejercido su apostolado durante el período de formación. Asistieron también algunos miembros consagrados y laicos del Regnum Christi. Concelebraron unos 150 sacerdotes.

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